#41 - Microdosis: moda, placebo o terapia colectiva?
La microdosis genera resultados reales o es una práctica sin fundamentos médicos/científicos.
Hoy escribo sobre el polémico arte de la microdosificación. ¿Estamos ante un fenómeno de moda?¿Son reales los resultados?¿Puede tener un impacto negativo a largo plazo?
Todas estas son preguntas sin respuestas claras que aun estamos investigando como sociedad y la realidad es que el consumo de micro no para de crecer.
En este post recopilo información sobre los últimos estudios realizados y reflexiono sobre algunas ideas que nos podrían ayudar a ponerle claridad a los beneficios terapéuticos de la microdosis.
Probablemente te acuerdes de aquella pulsera de silicona famosa llamada Power Balance. Bueno, la promesa de ese proyecto era “sólida”: la marca, creada en 2007, afirmaba que su producto contaba con tecnología capaz de mejorar el equilibrio, la fuerza y la flexibilidad de quienes lo utilizan.
En Internet circularon varios vídeos de personas probando la pulsera, y dando fé de su eficacia. Sin embargo, en ese momento, no era tan obvio. Sobre todo porque la empresa invirtió millones y millones de dólares para crear una marca fuerte, a través del patrocinio de varios deportistas renombrados.
¿Algunos nombres? Los futbolistas David Beckham y Cristiano Ronaldo, el piloto Rubens Barrichello y el jugador de la NBA Shaquille O'Neil.
La empresa gastó fortunas en marketing. Sin embargo, no hubo ningún trabajo científico sólido publicado que demostrara la milagrosa promesa. Hasta que llegó el balde de agua fría...
Después de muchas pulseras vendidas y algunas decenas de millones de dólares en ingresos, alrededor de 2009 comenzó el fin. Comenzaron a surgir varias pruebas y estudios independientes que sugerían que las famosas pulseras holográficas no tenían ningún efecto.
Incluso hubo algunos usuarios que informaron de una mejora en su rendimiento deportivo, pero no se trataba más que de un efecto placebo; un fenómeno real, demostrado por estudios.
La filial australiana de Power Balance se vio obligada a negar públicamente los supuestos efectos de sus productos y garantizar reembolsos a los consumidores que se consideraban engañados por la publicidad. Otros países como Italia, Brasil, España y Países Bajos también multaron a la marca.
Durante la historia de la empresa, se estima que se vendieron 2,5 millones de pulseras en todo el mundo.
Después de que varios consumidores le hicieran en una demanda colectiva la empresa tuvo pagar casi 60 millones de dólares, y se vio obligada a admitir globalmente que no había evidencia científica que respaldara sus afirmaciones y tuvo que ofrecer reembolsos a los clientes.
Todo esto fue suficiente para que Power Balance, que tenía activos entre 1 y 10 millones de dólares, se declarara en quiebra.
El efecto placebo
A pesar de la falta de evidencia, algunos usuarios reportaban una diferencia en sus habilidades atléticas o en su potencia y equilibrio cuando usaban las pulseras. Se cree que esto se debe al efecto placebo.
El efecto placebo es un fenómeno real, ampliamente explorado en la investigación científica. Se refiere a un resultado positivo que ocurre incluso cuando un tratamiento no tiene ningún efecto o resultado comprobado.
Las personas que reciben placebos piensan que van a mejorar de alguna manera, y lo hacen, aunque no se les ha proporcionado nada que pueda provocar una mejora. El efecto placebo puede incluso ocurrir cuando alguien sabe que le han dado un placebo. Esto es tan potente y de alguna forma deja en claro el poder que tiene nuestra mente y la intención. No hay que desmerecer al efecto placebo.
Microdosis vs Placebo
Las usuarios que toman microdosis afirman que estas proporcionan una amplia gama de beneficios, desde mejoras en el estado de ánimo hasta una reducción del consumo de sustancias y una mejora cognitiva.
Pero, ¿al igual que las Power Band, la microdosis realmente ofrece todos esos beneficios? ¿O es simplemente un efecto placebo?
Por un lado, la evidencia obtenida a partir de estudios con psicodélicos tomados en dosis altas indica que estas sustancias pueden tener una variedad de efectos positivos. Pero, al mismo tiempo, los beneficios parecen potencialmente mayores en relación con las dosis involucradas en la microdosis, que generalmente implica entre 1/10 y 1/20 de una dosis recreativa o una dosis clínica/terapéutica.
Además, es probable que la narrativa positiva de las redes sociales y la nueva era del renacimiento psicodélico en torno a las microdosis genere fuertes expectativas positivas que pueden influir en los informes de los usuarios.
Con estos factores en mente, los psicólogos Paul Liknaitzky y Vince Polito llevaron a cabo una revisión sistemática integral de todas las investigaciones con dosis bajas de sustancias psicodélicas publicadas hasta 2022, con el fin de resumir lo que sabemos sobre los posibles efectos de las microdosis.
Los investigadores encontraron 44 estudios relevantes desde la década de 1950 hasta mediados de 2021. Se trataba de una combinación de estudios cualitativos (entrevistas con microdosificadores); encuestas de autoinforme (cuestionarios administrados a personas que reciben microdosis); estudios observacionales prospectivos (estudios que rastrearon las experiencias de los microdosificadores en un entorno naturalista durante múltiples momentos); y estudios de laboratorio (estudios que investigaron los efectos de microdosis administradas en un entorno controlado).
Descubrieron que la calidad de los estudios varió considerablemente y que, en general, los estudios de autoinforme (el relato directo de los usuarios) encontraron una gama más amplia de beneficios que los estudios de laboratorio controlados. Sin embargo, identificaron varios efectos que se informaron de manera consistente tanto en estudios de laboratorio como de autoinforme. La evidencia más clara fue la de cambios en la percepción del tiempo, mayor tolerancia al dolor y alteraciones leves en el estado de conciencia.
También indentificaron varias variables que aparecieron consistentemente en estudios de autoinforme pero que aún no han sido bien investigadas en un ambiente de laboratorio. Estos incluyeron mejoras en la salud mental, cambios en las capacidades de atención, como la absorción y la distracción mental, y cambios de personalidad y bienestar.
Finalmente, identificaron variables que parecían prometedoras según los relatos de los usuarios, pero que fueron probadas y no confirmadas en estudios de laboratorio. Estos incluyen mejora del estado de ánimo, cambios en la cognición social y general y aumento de energía. Puede ser que estas variables no se vean afectadas por la microdosificación. Sin embargo, un factor de complicación que es relevante para interpretar estos resultados es que los estudios de laboratorio incluidos en esta revisión investigaron los efectos agudos de una dosis única o de un pequeño número de dosis, mientras que los estudios de autoinforme generalmente informaron sobre cambios duraderos después de un período más prolongado. Por esta razón, es difícil tener confianza en la interpretación de estos hallazgos.
Nuevos desarrollos
Las cosas avanzan rápidamente en la ciencia de las microdosis. En el último año, se han realizado al menos otros siete estudios sobre microdosis. Seis de ellos han sido estudios de laboratorio bien diseñados con dosis controladas. En general, estos estudios muy recientes no han identificado efectos fuertes relacionados con las microdosis. De hecho, en varios estudios, las conjeturas de los participantes sobre qué sustancia habían tomado (microdosis o placebo) tuvieron una influencia más fuerte en los resultados que la sustancia misma. Estos hallazgos han llevado a algunos investigadores a argumentar que las microdosis pueden ser predominantemente un efecto placebo. Este puede llegar a ser el caso. Las expectativas de los microdosificadores claramente tienen cierta influencia en los resultados que se informan.
Sin embargo, creo que prematuro descartar un efecto farmacológico de la microdosis por dos razones:
En primer lugar, hasta ahora los estudios de laboratorio solo han analizado los efectos a corto plazo de las microdosis (el más largo involucró 7 dosis). Puede ser que los beneficios de la microdosis surjan sólo después de un programa de dosificación más largo.
En segundo lugar, todavía no se ha realizado ningún ensayo clínico sobre microdosis. Todos los estudios de laboratorio hasta la fecha han investigado poblaciones sanas. Puede ser que existan beneficios clínicos que sean específicos de condiciones/enfermedades particulares.
Los usuarios que practican la microdosis informan con regularidad considerables impactos positivos. Un ejemplo claro es este estudio donde más del 50% de los encuestados informaron haber dejado de tomar medicamentos tradicionales después de comenzar a tomar microdosis. Para comprender de manera concluyente qué podría estar impulsando tales efectos, necesitamos estudios longitudinales bien controlados dirigidos a poblaciones clínicas.
Un estudio realizado en Dinamarca encontró que una microdosis de psilocibina activaba casi la mitad del tipo específico de receptores de serotonina sobre los que actúan los psicodélicos para producir sus efectos alucinógenos.
“No diría que todo es un placebo. Claramente, es una droga activa”, mencionaba Harriet de Wit, profesora de psiquiatría y neurociencia conductual en la Universidad de Chicago, quien dirigió varios de los estudios. “Vemos cambios cerebrales que se parecen un poco al efecto de la dosis alta”, lo que sugiere que las dosis más pequeñas actúan sobre los mismos sistemas.
Algunos investigadores de microdosis, siguen siendo optimistas en cuanto a que pequeñas cantidades de psicodélicos resultarán beneficiosas para la salud mental y la cognición. Mencionan que el diseño de los ensayos controlados con placebo puede ser el culpable de la falta de hallazgos significativos. Es posible que los estudios no hayan durado lo suficiente, o que las pruebas y cuestionarios utilizados durante los estudios no capturen completamente los beneficios que algunas personas experimentan con las microdosis.
El futuro y la ciencia ciudadana
La realidad es que la práctica de microdosificación no para de crecer y cada vez más usuarios experimentan psicodélicos en dosis bajas en su día a día.
El desafió es poder medir el impacto real que esta práctica tiene en la vida de las personas fuera del contexto de la investigación de laboratorio.
El enfoque de ciencia ciudadana puede reflejar con mayor precisión la “microdosis de en la vida real”, en comparación con un ensayo clínico. Además, las investigaciones cuestan una fracción de lo que costaría un estudio clínico tradicional, lo que puede convertirse en un primer paso útil para evaluar si otros fenómenos populares pueden explicarse por el efecto placebo.
Para ver
La conferencia de Natalia Rebollo “Los retos de la globalización de los enteógenos” en las Jornadas Internacionales en Cannabis, Enteógenos y Políticas de Drogas de la Universidad de Quilmes.