#53 - El uso de los hongos para tratar la crisis de depresión.
Evidencia, estudios y usos ancestrales que fundamentan el uso de la psilocibina para curar la depresión.
Siguiendo con la línea del artículo de la semana pasada sobre “¿ansiedad y la depresión: problemas sociales o trastornos químicos?” hoy escribo una revisión de evidencias, estudios e investigaciones que fundamentan el uso de los hongos que contienen psilocibina para tratar las causas de la depresión.
Es necesario que empecemos a mirar a los hongos, como una nueva herramienta para tratar casos complejos. Pedirles que resuelvan todo, sería perdirles mucho. Pero con un trabajo adecuado de acompañamiento e integración, cambios de hábitos por otros más saludables y mejora del contexto, una persona con depresión podría tener resultados e ir aumentando su bienestar general para reducir el padecimiento.
Los hongos estuvieron siempre y hoy renacieron para quedarse.
Para varias personas en todo el mundo, la depresión es una carga enorme y muchas veces intolerable. Los antidepresivos pueden ayudar a algunos a sobrellevar la situación, pero los síntomas después de un tiempo regresan.
En los últimos años, múltiples estudios de investigación clínica han producido evidencia que sugiere que la psilocibina es un compuesto prometedor para tratar la causa fundamental de la depresión, en lugar de simplemente suprimir los síntomas (como lo hacen los antidepresivos).
¿Pero, qué es la depresión?
En promedio, a nivel global 1 de cada 30 adultos sufre de depresión. Si bien la depresión puede ser fácil de reconocer, actualmente no tenemos una definición aceptada de cuál es realmente la afección.
Cuando los médicos diagnostican depresión, buscan mal humor, pérdida de la capacidad de disfrutar de las cosas, deterioro del pensamiento, pensamientos negativos sobre uno mismo, cambios en el peso y los niveles de energía y pensamientos suicidas. Las personas a menudo se sienten profundamente estancadas y el dolor emocional y la desesperanza pueden dominar la mente de una persona que sufre depresión.
A lo largo del siglo XX se desarrollaron varios tratamientos para la depresión, que aliviaron el sufrimiento de innumerables personas. A veces, sin embargo, estas intervenciones no ayudan o sólo ayudan por un corto tiempo.
Los casos de depresión resistente al tratamiento (o depresión mayor) representan los casos de depresión más implacables y graves. Encontrar una manera de ayudar a este grupo de personas es el santo grial de los nuevos tratamientos antidepresivos.
Durante miles de años, la psilocibina (hongos) se ha utilizado para muchos propósitos, desde experiencias religiosas hasta culturales y en las prácticas de salud comunitaria de la medicina tradicional nativa de varios pueblos originarios.
Entonces, la pregunta que se plantea cada vez más es la siguiente: ¿pueden los psicodélicos tratar la depresión y potencialmente otras enfermedades mentales?
¿Qué es la psilocibina?
La psilocibina es el compuesto psicoactivo principal que se encuentra en las setas mágicas (hongos del genero psilocibe) y en las trufas (parte del micelio del hongo).
Su estructura molecular se asemeja a la serotonina y, como resultado, la psilocibina activa las vías de la serotonina en el cerebro. Cuando se ingieren, los hongos producen alteraciones profundas en la conciencia que pueden durar de 4 a 6 horas. Los hongos se han utilizado ceremonialmente en todo el mundo durante milenios.
Actualmente las investigaciones contemporáneas están comenzando a desentrañar la relación entre la psilocibina y la depresión. Cómo poder utilizarla para tratamientos de salud mental y cómo abordar el tratamiento de la depresión en el futuro.
¿Puede la psilocibina tratar la depresión?
En el renacimiento psicodélico moderno, la evidencia científica viene fundamentado hace tiempo el uso de la psilocibina como tratamiento potencial para la depresión.
Las nuevas investigaciones sobre la psilocibina y la depresión comenzaron en 2006, cuando investigadores de Johns Hopkins publicaron un artículo histórico titulado: “La psilocibina puede ocasionar experiencias de tipo místico que tienen un significado personal y espiritual sustancial y sostenido”.
En 2016, dos investigaciones famosas (acá una y acá la otra), publicaron hallazgos sobre el uso de psilocibina para la depresión que muestran que tales experiencias pueden reducir los síntomas, así como la ansiedad y el miedo a la muerte, en personas que padecen cáncer terminal. Se descubrió que una sola dosis de psilocibina (superior a 2 gramos secos de hongos) produce grandes reducciones en la depresión, la ansiedad y el miedo a la muerte. Una dosis única también produjo aumentos en la calidad de vida, sentimientos de significado y optimismo. Estos efectos fueron duraderos y se observaron seis meses después de la investigación inicial en el 70% de los participantes.
El impacto de estos estudios fue de gran alcance e impulsó una nueva ola de investigación sobre psicodélicos, y desde entonces los retiros de hongos con psilocibina se han vuelto cada vez más populares.
Por otro lado, y después de estos resultados prometedores, la psilocibina (en formato de medicamento sintetizado) comenzó a abrirse camino a través del proceso de aprobación de medicamentos de tres fases de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en los Estados Unidos.
En la fase uno, se utilizan pequeños estudios con menos de 100 voluntarios para probar la seguridad de un medicamento y sus efectos secundarios significativos. La prueba de fase dos, demuestra la de eficacia y seguridad frente a un placebo en grupos de más de 100 participantes. En la fase tres, se prueba un fármaco en miles de voluntarios. La psilocibina ha superado con éxito las dos primeras fases y actualmente se encuentra en la última fase.
En 2022, la empresa farmacéutica COMPASS Pathways publicó los resultados de la fase dos que mostraban que una dosis única de 25 mg de psilocibina sintética (el equivalente aproximado a 2,5gramos de hongos secos), junto con apoyo psicológico, produjo mejoras en la depresión resistente al tratamiento que duraron doce semanas. Este fue el estudio más grande sobre psilocibina para la depresión hasta la fecha y, tras estos resultados prometedores, la empresa farmacéutica anunció los ensayos de fase tres. Como resultado, la terapia asistida con psilocibina podría estar disponible legalmente en los Estados Unidos para 2025.
¿Cómo se compara la psilocibina con los medicamentos antidepresivos?
Otro estudio encontró que la psilocibina es un antidepresivo tan fuerte como los disponibles actualmente, lo que respalda más la teoría de que usar hongos para tratar la depresión es una estrategia legítima.
Se ha descubierto que el efecto antidepresivo de la psilocibina es rápido, mientras que los antidepresivos tradicionales pueden tardar semanas en desarrollar sus efectos. La psilocibina y los medicamentos antidepresivos comúnmente recetados, como los antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), actúan sobre el sistema de la serotonina, pero de diferentes maneras.
Los ISRS activan el receptor de serotonina 1A, mientras que la psilocibina activa el receptor de serotonina 2A. Una nueva teoría propone que el receptor 1A participa en el afrontamiento pasivo y el adormecimiento de los sentimientos, mientras que el receptor 2A participa en el afrontamiento activo y en la realización de cambios significativos a nivel sentimental.
Si bien los ISRS pueden aliviar los síntomas y permitir a las personas afrontar la situación, los estudios muestran consistentemente que la psilocibina (hongos) ofrece la oportunidad de abordar la raíz del sufrimiento. Si no se abordan estas causas fundamentales, los síntomas suelen reaparecer. La ciencia está demostrando que la psilocibina tiene el poder de producir cambios duraderos en las personas con depresión y, a diferencia de los ISRS, no necesitan seguir tomando el medicamento.
En muchos casos documentados, una sola sesión fue suficiente para que los síntomas depresivos entraran en remisión, lo que significa que la gravedad de los síntomas se redujo a más de la mitad.
Sabiendo lo que sabemos actualmente sobre la psilocibina y los hongos para la depresión, el aumento de estas terapias, en formato de microdosis y en retiros con macrodosis, para la depresión que se centren en mejorar la salud mental y espiritual no paran de aumentar.
¿Cómo trata la psilocibina la depresión?
Se cree que la mayoría de los medicamentos que ayudan con los problemas de salud mental actúan a nivel bioquímico, alterando el equilibrio de las sustancias químicas en el cerebro.
Si bien los psicodélicos también tienen este efecto, las investigaciones han descubierto que la naturaleza de la experiencia psicodélica en sí también es de gran importancia para producir el beneficio antidepresivo. La relación entre la psilocibina y la depresión continúa desarrollándose y comprendiéndose.
La experiencia particular que predijo la fuerza de los efectos antidepresivos es la llamada "experiencia mística". Durante tal estado, uno experimenta una pérdida del sentido de sí mismo (la trascendencia y la unión con algo mayor). Este estado informado de disolución del ego parece particularmente poderoso para tratar la depresión.
¿Cómo pueden ser transformadoras las experiencias místicas?
Dependiendo de las experiencias de la vida, es posible sentirse muy seguro, conectado y cómodo en el mundo, o profundamente asustado, solo y desconectado.
Las experiencias psicodélicas a menudo muestran a una persona dónde está en este espectro, lo que le brinda la oportunidad de reconocer los cambios necesarios para avanzar hacia una mayor conexión y armonía, consigo misma y con el contexto que la rodea.
Estas experiencias transitorias muestran que es posible otra forma de percibir el mundo exterior, una forma de conexión radical en lugar de separación y aislamiento.
Si bien las experiencias místicas pueden durar sólo minutos u horas, pueden desencadenar un proceso continuo de crecimiento personal, un proceso que puede desarrollarse a lo largo de toda la vida con un trabajo regular de integración.
Alguien que ha lidiado con la depresión durante toda su vida a menudo puede experimentar un cambio de perspectiva al usar hongos como tratamiento, lo que permite que su cerebro desarrolle diferentes mecanismos de afrontamiento.
¿Cómo afecta la psilocibina al cerebro?
Cuando un individuo ingiere una sustancia psicodélica como la psilocibina, las moléculas pasan al torrente sanguíneo y al cerebro, donde se acoplan a células específicas.
Esto crea cambios eléctricos en estas células que luego se transmiten a las neuronas (pasando la barrera hematoencefálica) mediante la liberación de ciertas sustancias químicas. Diferentes neuronas en diferentes circuitos con diferentes funciones responden a diferentes sustancias químicas. Las sustancias químicas se adhieren a receptores especializados de la neurona receptora y, cuando esto sucede, se producen cambios dentro de esa célula.
Ésta es la razón por la que las drogas funcionan. Las drogas son sustancias químicas que pueden acoplarse a los receptores e imitar la actividad de sustancias químicas que ya existen en el cerebro. El uso de psilocibina para tratar la depresión puede verse como una forma de recalibrar la relación de nuestro cerebro consigo mismo.
Los psicodélicos clásicos (hongos, LSD, ayahuasca, DMT) se acoplan a un receptor específico que generalmente responde a la serotonina. Las neuronas del cerebro que construyen el sentido de uno mismo poseen estos receptores y, cuando los psicodélicos se acoplan allí, la actividad de estas células se altera, produciendo una supresión general de sus señales eléctricas. Esto afecta temporalmente la capacidad de funcionamiento de una célula y, en dosis suficientemente altas, les impide crear la sensación de ser un yo separado, distinto del resto del mundo.
La psilocibina y la depresión inician un diálogo interno con uno mismo que puede conducir a una mejor perspectiva y un mayor aprecio por la vida.
La forma habitual de estar en el mundo (sentirse como un yo que actúa según rutinas y hábitos) es un intento del cerebro de poner algo de orden en el caos de la vida. Esto es útil y ventajoso, pero demasiado orden neurológico conduce a patrones inflexibles y a sentimientos de estancamiento. Esto es común en personas con ciclos de pensamiento depresivos y repetitivos.
La flexibilidad de los sentimientos y la conducta se refleja en la flexibilidad de los patrones de actividad cerebral. La psilocibina pone al cerebro en un estado más flexible en el que puede explorar nuevas formas de “ser” (un estado de mayor entropía). Sin embargo, en algunos trastornos como la esquizofrenia, es posible que el cerebro ya tenga demasiada entropía. Como resultado, los psicodélicos no se recomiendan para personas con riesgo de psicosis.
La psilocibina también afecta la plasticidad del cerebro, el proceso que sustenta el aprendizaje y la capacidad de realizar cambios duraderos. Cuando va seguido de una integración reflexiva, este cambio en la plasticidad del cerebro hace posible consolidar los conocimientos de la experiencia y producir un cambio duradero. De esta manera, la psilocibina ayuda con la depresión, ya que ayuda a respaldar otros sistemas para tener una mejor perspectiva general.
Es necesario que empecemos a mirar a los hongos, como una nueva herramienta para tratar casos complejos que aún no pueden ser resueltos como la depresión. Pedirles que resuelvan todo, sería perdirles mucho. Pero con un trabajo adecuado de acompañamiento e integración, cambios de hábitos por otros más saludables y mejora del contexto, una persona con depresión podría tener resultados e ir aumentando su bienestar general para reducir el padecimiento.
Los hongos estuvieron siempre y hoy renacieron para quedarse.