Domingo Psicodélico #09
Australia legaliza MDMA y psilocibina para terapias contra el estrés post traumático y depresión.
Esta última semana fue intensa y no llegué a preparar el report de todos los domingos, pero no quería dejar de compartir mi análisis sobre la noticia de la legalización australiana a nivel federal de MDMA y psilocibina.
Vengo en los últimos tiempos navegando cada vez más las aguas de las políticas de drogas a nivel global, la economía alrededor de la industria psicodélica emergente y el activismo anti-prohibicionista y creo que el caso de Australia es uno de los mayores hitos mundiales para este nuevo renacimiento psicodélico. No solo por el hecho de que uno de los países más influyentes del mundo reclasifique estas substancias y las habilite como terapias legales, sino por el importante precedente para que otros países continúen una línea de desarrollo para la despenalización incluyendo a los ciudadanos de forma activa y basándose en evidencia científica pura y dura, que fue la metodología aplicada por los australianos.
El ecosistema psicodélico viene hace unos años entrado en la curva acelerada ascendente para desplegar una infraestructura cada vez más profesional que cierre la brecha entre la creciente demanda que actualmente está siendo abastecida por el narcotráfico: en el caso de los sintéticos principalmente y por el autocultivo/pequeños productores: en el caso de los hongos/plantas. Como toda economía, sea legal o ilegal, la demanda termina siempre compensando con la oferta disponible.
Así como lo fue en los inicios del cannabis, los psicodélicos van por un camino parecido, aunque con sus matices diferentes.
Necesitamos repensar un modelo híbrido que soporte la producción/medicalización a grande escala para abastecer a los sistemas público y privados de los países para introducir la medicina psicodélica al público general que sigue confiando como palabra santa a un médico o psiquiatra. Y al mismo tiempo, precisamos brindar el marco legal para el autocultivo y cultivo de pequeños productores, habilitando el entrenamiento profesional para facilitadores de estas terapias transformadoras que se brindan principalmente para los jóvenes que no creen más en la medicina tradicional y que van en busca de la transformación y desarrollo personal. Todo esto es parte del ecosistema, sin olvidarnos la cultura y sabiduría chamánica ancestral que necesita su marco de cuidado y respeto y por último… del eslabón más frágil de la cadena, los millones de personas que consumen de forma recreativa, ya sea para divertirse o buscar la auto-cura; y que necesitan hacerlo con educación y foco en la reducción de daños.
Sobre lo que escribí en el párrafo de arriba profundizé bastante en mi charla de diciembre en el evento sobre Renacimiento Psicodélico en Buenos Aires. Podés escuchar la charla completa acá.
Y volviendo al análisis de este post, quiero traer algunas ideas y reflexiones sobre el hito australiano.
Como compartí en Instagram la semana pasada, lo más interesante del caso de Australia sorprende por la velocidad y eficacia que tuvo esta resolución y que fue 100% gestionada desde una petición de la sociedad civil. La petición al gobierno federal fue realizada en Julio de 2022 por un grupo de personas con necesidad de tratamiento, en Octubre de 2022 el gobierno acepta el caso, lanza una “decisión provisoria” y llama a los ciudadanos a una votación abierta online para consultar públicamente sobre la decisión.
La votación online no tuvo el resultado esperado y la sociedad en su mayoría votó "en contra" de la petición. El gobierno desde el Ministerio de Salud Australiano volvió a estudiar toda la evidencia científica actual sobre MDMA para estrés postraumático y psilocibina para depresión y tomó la decisión de reabrir el caso y aprobar y regular el uso médico y terapéutico a nivel federal.
A partir de Julio 2023 ya se podrá trabajar con terapia asistida por psicodélicos a través de la prescripción de un psiquiatra.
Este fue el comunicado de prensa del ministerio de salud de los “aussies”.
“Desde el 1 de julio de este año (2023), los psiquiatras específicamente autorizados pueden recetar medicamentos que contienen las sustancias psicodélicas psilocibina y MDMA (3,4-metilendioxi-metanfetamina) para el tratamiento de ciertas afecciones de salud mental.
La Administración de Productos Terapéuticos (TGA) permitirá la prescripción de MDMA para el tratamiento del trastorno de estrés postraumático y psilocibina para la depresión resistente al tratamiento. Estas son las únicas condiciones en las que actualmente hay suficiente evidencia de beneficios potenciales en ciertos pacientes”.
Esto es increible. Desde el convenio de Viena (Convención sobre Sustancias Psicotrópicas) del año 71 donde arrancó la famosa carrera sin precedentes por la guerra contra las drogas que no pasa algo así.
Pensemos que el cannabis a nivel federal (hablando de uso medicinal) en Estados Unidos aún no es legal 100% y el pionero a nivel mundial fue Uruguay en 2013.
Los artífices de la propuesta del país oceánico propusieron marcos ya establecidos en EEUU, junto con la reclasificación de MDMA y psilocibina para permitir el acceso en Australia.
La propuesta buscaba reclasificar MDMA y la psilocibina de la Lista 9 a la Lista 8. Las sustancias de la Lista 8 incluyen opioides, benzodiazepinas y otras drogas propensas al abuso, pero que se usan en medicina y requieren protocolos de protección para su administración, mientras que las sustancias de la Lista 9 están estrictamente prohibidas.
Esto es único en el mundo, ya que un gobierno federal rompió los protocolos de la Ley de Sustancias Controladas con respecto a los psicodélicos y también es la primera vez que un gobierno nacional ha creado un tratamiento sin aprobación regulatoria, o sea lo hizo directamente a través del ministerio de salud sin pasar por la aprobación del parlamento.
¿La gran pregunta gran que nos queda abierta es si podrían mudar el statu quo y otros países del mundo crear acceso legal de la misma manera que lo ha hecho Australia?
Pensemos en esto, de acá en seis meses, Australia lanzará oficialmente el primer programa de medicina psicodélica legal del mundo en el contexto de la atención médica público/privada convencional, mientras que Estados Unidos espera la decisión de la FDA sobre los estudios de MDMA del MAPS y la aprobación del compuesto Comp360 (de psilocibina sintética) de Compass Pathways. Probablemente, esto no se apruebe hasta los inicios de 2024 y finales de 2027.
Por otro lado, varios estados de USA vienen acelerando con la despenalización del autocultivo, uso terapéutico civil y uso recreativo. Se estima que la legalización total en el país del norte podría llegar en 2034 más o menos.
Para cerrar me quedo pensando si será que veremos en los próximos años algún otro “outlier” como el caso cannábico de Uruguay allá por 2013 o el Australiano de 2023 con psicodélicos?
Ojalá que si, el mundo se está transformando y los psicodélicos renacieron para quedarse.
pd.: acá podés leer la publicación completa de la resolución del ministerio de salud australiano (en inglés).